El afterwork sabe a cerveza

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Uno de los trucos más eficaces para potenciar el negocio de la restauración resulta de acciones tan simples como es la capacidad de ponerse en el lugar del otro. La empatía es clave para lograr una mayor captación de las necesidades del cliente y poder ofrecer un mejor servicio.

Saber lo que necesita el cliente en cada momento es la mejor manera para acertar y crear fidelidad entre el consumidor y el restaurante. En Barra de Ideas, esta semana hablamos de una tendencia en auge… El término Afterwork (después del trabajo) ha entrado con mucha fuerza en España suponemos que dispuesto a quedarse, haciendo las delicias del establecimiento que quiera hacer uso de ello, y es por eso, por lo que el restaurador debe ponerse al día acerca de las exigencias de este nuevo hábito.

Lejos de las cañas y las tapas del mediodía, el cliente, después del trabajo, entre las 7 y las 10, busca un espacio en el que poder desconectar del ambiente laboral al terminar su jornada. Atendiendo a estos nuevos hábitos,  y en un mismo escenario, pero con una atmósfera diferente, bares y restaurantes, ofrecen alternativas gourmet en sus cartas como el champán o los cócteles, todo en aras de conseguir ese sello diferente y glamuroso, que permita al cliente seguir gestionando asuntos de trabajo en un entorno más informal.

Sin embargo, los españoles pese a la variedad de oferta, hacemos uso la mayor parte de las veces del mismo tipo de bebida: la cerveza.

La cerveza, uno de los productos más demandados por el español

La cerveza y el español parecen mantener una amistad inquebrantable que gana adeptos incluso entre los seguidores de tendencias “no cerveceras” como los asiduos del afterwork, y ha ganado fuerza en esta franja horaria.

Una oportunidad que proveedores como Heineken han sabido identificar al poner en ella el principal foco de su plan de marketing. En 2011, la compañía se propuso vender el 50% de sus cervezas en esa franja con el fin de que la marca, fuera catalogada como marca de referencia competidora de otros productos como el champagne.

En la actualidad, la cerveza es la segunda bebida más consumida (37.5%) durante el afterwork, sólo por detrás de las bebidas refrescantes (41%).

El ‘after work’ se bebe el 43% de todas las Heineken consumidas en España

Esta marca holandesa es un buen ejemplo de empresa que se reinventa y adapta a los nuevos hábitos del mercado. Con esta apuesta no sólo se hace más visible en un horario y un contexto diferente al tradicional, sino que logra además aportar un contenido emocional a la marca.

Y es que previamente estudió el tipo de clientes que acudían a los afterworks, y conociendo que se trata de consumidores de entre 25 y 45 años, que buscan ampliar su red de contactos en un entorno menos formal que el laboral, Heineken ha querido relacionarse con ellos a través de su producto.

Un vínculo con los nuevos consumidores pero también una buena iniciativa que incita a establecer lazos gastronómicos y pone de moda las cenas rápidas. Algo que en el entorno anglosajón, de donde procede el after work, es denominado con el término drunch.

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